Esta casa, debe su existencia
principalmente a la creación de la fosforera de El Carmen, la cual fue fundada
en 1846 por Pascasio Lizarbe Ruiz, el cual adquirió todos sus conocimientos
sobre los fósforos en una temporada que estuvo en Francia.
Fachada exterior de la fábrica de
cerillas El Carmen. Año 1925.
Fuente: LAPUENTE SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del pasado.
C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.
Era oriundo de
Berbinzana, y después de su periplo por Francia, decidió poner en práctica sus
recién adquiridos conocimientos y establecerse en Fuenterrabía con un taller,
lo cual llevó a cabo con un socio. En 1838, al no verse satisfecho con los
resultados obtenidos por este taller, lo vendió a su socio y trasladóse a la
localidad de Hernani donde, gracias al apoyo económico de Carmen Elizondo, la
que sería su esposa, instaló un segundo taller, que dejó y vendió en 1839,
cuando se trasladó a Cascante. En esta localidad junto a un nuevo socio erigió
una nueva, esta vez, fábrica, ya que contaba con algún adelanto tecnológico. Así
pues, esta fábrica, pareció ser lo suficientemente fructífera como para vender
su parte a su socio y dirigirse a instalar una nueva fábrica de la cual solo el
fuese propietario. Esto le llevó en 1846 a levantar la fosforera turiasonense
de El Carmen.[1]
Por lo tanto, en 1846,
Pascasio Lizarbe Ruiz compró el convento de Santa Teresa de Jesús, el cual
había sido desamortizado, con un terreno de 20.000 m cuadrados, donde pone en
marcha una fábrica de fósforos que llegará a ser una de las más importantes de
España.[2] Con
el paso del tiempo, muere su primera esposa, dejando a un hijo del primer
matrimonio de esta, Dionisio Lasa Elizondo. Pascasio Lizarbe casará más
adelante con Prudencia Azcona Huici, con la cual tendrá cinco hijos. Dionisio
Lasa siempre estará mano a mano con su padre político en la dirección de la
fosforera. Según Galo Lostal,[3] fue
Pascasio Lizarbe el introductor del proceso de fabricación de los fósforos en
España.
Fuente: LAPUENTE
SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del
pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.
Maestros
fundidores de la herrería de la fábrica El Carmen. Año 1890.
Fuente: LAPUENTE
SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del
pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.
A la muerte de este en
1865, la empresa pasa a manos de su primogénito de su segundo matrimonio,
Pascasio Lizarbe Azcona, y la empresa es llamada Viuda de Lizarbe, y en 1876 Viuda
e hijos de Lizarbe. Con la muerte de Pascasio Lizarbe Ruiz, y el rechazo
que sintió en la dirección de la fábrica Dionisio Lasa, le llevó a construir su
propia fosforera. Abel Lizarbe Anchóriz sustituyó a su tío Pascasio Lizarbe
Azcona en la dirección de la fábrica en 1919 por problemas de salud. En este
periodo la fábrica pasa por todo tipo de problemas a pesar de su creciente
desarrollo. Sufre dos grandes incendios, el 21 de julio de 1880 y 20 de
noviembre de 1915. En 1893 Juan Bautista Lizarbe, envía una queja al obispo por
el campanario de la iglesia contigua, ya que se encuentra en estado de ruina y
supone un peligro para la fábrica.[4] Otro
de los problemas que arrastró la fábrica fue uno relacionado con unas leyes de
monopolio sobre las cerillas de finales del XIX, donde el estado en coalición
con el Gremio de Fabricantes de Fósforos, se aseguraban la venta de las
cerillas y este acuerdo se mantuvo 15 años desde 1893. Pero llegado 1908
finalizó este acuerdo de arrendamiento de monopolio, y la fábrica fue precintada
por los inspectores de Hacienda, ya que a los integrantes del antiguo Gremio de
Fabricantes de Fósforos se les persiguió como contrabandistas. Al final la
fábrica consiguió que la reabrieran y continuó con sus trabajos, mientras que
la Fábrica de Lasa cerró definitivamente.[5]
A pesar de todo, la
fosforera sigue progresando y adquiriendo un gran renombre en el ámbito
nacional, lo que le lleva a mejorar sus instalaciones incluyendo un taller
litográfico para decorar las cajas de cerillas, introducir mejoras en la
maquinaria y en los utensilios utilizados para la producción de las cerillas,
entre otras. Esta fábrica se encontraba dividida en tres departamentos, el que
era llamado cerillera, el taller de pasta para las cabezas y el de fabricación
de cajas.
En el primero de ellos
se realizaban las cerillas, utilizando como materia prima bobinas de algodón
hilado, así, después de distintos procesos, se daba lugar al producto.
En el segundo se
realizaba la pasta de los dos tipos de cabezas que en ella se fabricaban. El
primer tipo de cabezas, con una pasta con base de diversos elementos químicos,
eran mezclados en un molinillo y posteriormente secados, obteniendo así la
cabeza. El segundo tipo de cabezas, eran de una pasta con otra composición
química distinta. Su diferencia radicaba en que para prenderlas, era necesario
un tipo de rascador especial. Estas cerillas estaban destinadas casi en
exclusividad a Barcelona.[6] Además
de las cerillas, en el tercer departamento, se llevaba a cabo toda la
preparación final del producto y distribución, donde se trabajaba en las
litografías y en el empaquetado.
Llegados a 1922 los
Lizarbe perdieron la propiedad de la fábrica, aunque seguirían como directivos
de esta. Esto se debe a que en ese mismo año, el Estado adjudica a la Compañía
Arrendataria de Fósforos S.A. el monopolio de la fabricación y venta de
cerillas.[7] Así
pues, la fábrica en la década de los años veinte irá en aumento tanto en
empleados, como en beneficios y producción. A partir de aquí la empresa seguirá
creciendo y desarrollándose, dejando el apellido Lizarbe la fábrica ya en 1967[8]y
cerrando esta en 1992.[9]
Personal de la
fábrica El Carmen. Año 1897.
Fuente: LAPUENTE
SAN PEDRO, R. Tarazona. Instantáneas del
pasado. C.E.T. Institución Fernando el Católico, Tarazona, 2008.
[1] LOSTAL MARTINEZ. G, Historia de la Industrialización de Tarazona,
Bubok, 2012, p. 197
[2] CARRETERO CALVO.
R, Después de la Desamortización. El
patrimonio conventual de Tarazona (Zaragoza) a partir del siglo XIX,
C.E.T., Tarazona, 2015, pp. 29-30.
[3] LOSTAL MARTINEZ. G, Historia de la... op. cit., pp.197-198
[4] CARRETERO CALVO. R, Después de la… op. cit., pp. 204-205
[5]
CEAMANOS LLORENS. R, “Historia social de la Fosforera del Carmen: un lugar en
la memoria histórica de Tarazona”, Turiaso
Nº XVI, I.F.C., 2003, Tarazona, pp. 335-354, 342.
[6] BIEL IBAÑEZ. Mª
P, “Breve aproximación a la arquitectura industrial de Tarazona”, en Centro de Estudios Turiasonenses, Turiaso Nº XIII, I.F.C., 1997, Tarazona,
pp 187-200.p.192
[7] CEAMANOS
LLORENS. R, “Historia social…op. cit., p343
[8] LOSTAL MARTINEZ.
G, Historia de la... op. cit., pp.205
[9] CEAMANOS
LLORENS. R, “Historia social…op. cit., p344
No hay comentarios:
Publicar un comentario