Contexto
histórico-artístico del edificio:
La
casa de la familia Lizarbe fue comprada en 1922 por Ramón Lizarbe Pujol.
Previamente, según he investigado en torno al edificio, la casa pasó por
diversos propietarios hasta parar en manos de la familia Lizarbe. Hasta donde sé,
el edificio y su recinto eran propiedad de Felipe Navascués Barcelona, cuando muere en el año 1900. Según su testamento, él había recibido
la propiedad del edificio anteriormente como heredad de su hermano cuando murió.[1] Después
de morir Felipe Navascués, lo deja en herencia a su mujer María Latorre Labastida
la cual es propietaria del edificio, al menos hasta 1908. Según el Registro
Fiscal[2] de
ese mismo año, ella era la propietaria pero ya se encontraba muerta. No es
hasta 1912 según las variaciones de la finca del Registro Fiscal cuando sus
hijos reciben la propiedad de la casa en herencia. A partir de este momento,
según el mismo apartado del documento anteriormente citado, esta propiedad pasa
a manos de Pablo Resa Garbayo mediante venta en 1916, para después ser vendida
en 1922 a Ramón Lizarbe Pujol.
Las
características arquitectónicas y artísticas de la casa son desconocidas hasta
la década de los años 20 y 30, donde ya encontramos documentos fotográficos que
atestiguan que su estado era igual al actual. Lo único que he podido averiguar investigando
sobre el edificio y la finca es lo siguiente:
-
El documento más antiguo que he
encontrado que describe el edificio es el Registro Fiscal de 1908, nombrado ya
anteriormente. En este no encontramos nada esclarecedor, ya que la definición
que hace del inmueble es mínima. En él se indica en el apartado de “Superficie, valor y linderos” como “Casa de campo 80 metros 600 pesetas.”[3]
Por lo tanto no vemos nada que nos ayude a identificar correctamente el
edificio más allá del espacio que ocupaba.
-
El siguiente documento que encontramos es
bastante más conciso a la hora de definir el inmueble y sus terrenos anexos.
Esta es la herencia ante notario[4] de la
cual ya hemos hablado más arriba. La descripción que el notario hace ante los
herederos es la siguiente:
“Huerto o Jardín cercado de pared, en la partida de la Rudiana, de
cabida de cuatro hanegas tierra, o sean veintiocho áreas sesenta centiáreas;
confronta al Saliente con Carretera de Tudela, al Mediodia con huerto de
herederos de Don Juan Pérez, al Poniente con camino antiguo de Tudela y al
Norte con heredad de Doña Asunción Baños; contiene varios árboles frutales de
diferentes clases y todo está rodeado de emparrado, teniendo además en el
centro un jardincito destinado para flores; enclavadas dentro de la cerca se hallan
dos casas edificadas de nueva planta; la una o sea la principal, consta de
sótano, primero y segundo piso, en un perímetro de ciento veintiséis metros
cuadrados, dando el frente a la carretera de Tudela, y contiene las
habitaciones siguientes: en el sótano seis; en el primer piso cuatro, y cinco
en el segundo, con una falsa o desván en cima de éste; la otra casa está
situada en un extremo de la finca, o sea en la parte del Norte, confrontante
con la heredad de Doña Asunción Baños, que consta de piso firme y otro sobre
él, con un corral descubierto, en un área de setenta y dos metros cuadrados, la
cual tiene ocho habitaciones, cuatro en el piso firme y otras cuatro en el
primero.
Dicho
fundo tiene tres puertas; la principal está situada en la carretera de Tudela,
y las otras dos comunican al camino antiguo que dirige a la cuesta de la
Rudiana; se riega de la acequia de Selcos por el caño que llaman del
Alicortado; la cerca mide trescientos siete metros cuarenta y seis centímetros de
longitud, cincuenta centímetros de fondo y dos metros cincuenta centímetros de
altura; capitalizado todo el precio en siete mil cuatrocientas pesetas.”
Por lo tanto, de este
fragmento conocemos que la casa ya poseía a la altura de 1912 su distribución
actual, al igual que su forma. Se desconoce si tenía los porches
característicos actúales que posee a cada lado o se trata de algo posterior, al
igual que se sigue desconociendo su decoración y estilo artístico exterior.
Pero de lo que sí estamos seguros es que su jardín y los corrales que más
adelante ya tenía, datan como mínimo de estos momentos, junto tal vez a uno de
sus cobertizos. Otra incógnita es la del desván, ya que en documentos
posteriores no se nombra, pero no puedo esclarecer este punto ya que
actualmente desconozco si este existe.
-
Por último el documento más reciente que
aporta información significativa en torno al edificio es una ficha del Registro
Fiscal de finales de los años 30.[5]
En
ella se recoge en detalle todas las medidas de la finca y de cada uno de sus
edificios, junto con las distintas distribuciones interiores, las cuales
coinciden con la descrita en el anterior documento. También se especifica el
valor del terreno y de cada una de sus partes, junto con un croquis de la
superficie de la finca y sus edificios y de su fachada frontal en la parte
posterior de la ficha. Dicha ficha es la siguiente:
Estas
imágenes son fotografías tomadas a unas fotocopias del original.
Por
lo tanto vemos que las únicas diferencias posibles entre la casa descrita en el
documento de 1912 y el de finales de los años 30 son los porches cubiertos de
los laterales del edificio principal y el desván que sí aparece en 1912 pero no
se hace referencia a él a finales de los años 30. A esto también se le debe
sumar un nuevo cobertizo que aparece en la descripción de los años 30.
En la siguiente entrada veremos la explicación artística del edificio.
[1]
Archivo de la notaria de Fermín Moreno Ayguade, Protocolo notarial de 1912,
tomo1º, nº 79, pág., 316.
[2]
A.M.T. Registro Fiscal Urbana, vol IX, 1908, notas a 1938, sig. A.18. 06-01
[3]
Ibídem.
[4]
Archivo de la notaria de Fermín Moreno Ayguade, Protocolo notarial de 1912,
tomo1º, 9º folio y nº 79 págs. 313-330.
[5]
Archivo Municipal de Tarazona, Registro Fiscal, nº de matricula 3.020
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